viernes, 15 de julio de 2011

Efrain Recinos


Nacido el 15 de mayo de 1928 en la ciudad guatemalteca de Quetzaltenango. Hijo de María Trinidad Valenzuela Micheo y José Efraín Recinos Arriaza. Es el mayor de tres hermanos.
Su padre un hombre de grandes ideas, muy avanzadas para su época, de origen humilde, pero muy habilidoso, soñador e idealista, guardaba todo lo que hacía su “Quiquito”. No lo envió a la escuela a temprana edad, porque creía que los otros niños podían enseñarle malcriadezas. Debido a su trabajo, la familia se mudó en muchas ocasiones, ello permitió que los grandes amigos de Efraín, fueran los lápices y, en mejores tiempos, los crayones.
Así, Efraín hijo, a sus escasos 5 años se inició en el arte cuando dibujaba terribles monstruos, guerras, soldados y grandes batallas. Con los años las figuras se convirtieron en hermosas damas, retratos y héroes. Su dibujo fue autodidacta, lleno de detalles y colores, aplicaba con gran dominio y sentido común el libre uso de la perspectiva sus trazos estuvieron siempre alejados de la influencia de su padre.
Aprendió a leer y escribir con gran soltura a sus 7 años de edad. La marimba, el violín y la mandolina fueron instrumentos que sus manos empezaron a acariciar en el seno de su hogar junto a sus hermanas Clemencia y Ana María y su padre.
A sus 8 años de edad empieza a hacer pequeños paisajes al óleo. Luego a sus 13 años, superó en edad a sus compañeros de cuarto grado de primaria en la Escuela Costa Rica, de Quetzaltenango. Y dado que había leído el Quijote de la Mancha dos veces, en sus juegos utilizaba el cervantino, por lo cual fue tildado de loco.
Su padre, lo inscribió en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de Guatemala para que estudiara dibujo y escultura. Contrario a su experiencia en la escuela, aquí él fue el menor de sus compañeros, todos adultos, por lo que recibió siempre duras críticas por parte de sus maestros, quienes le gritaban y destruían su labor. Lo cual le provocaba mucha frustración.
Siendo adolescente, entre 1946 y 1950, hizo retratos de las jovencitas de las que estuvo enamorado, su declaración de amor era hacer el retrato y entregarlo a la dama de sus sueños, pero era ahí cuando desaparecía el amor, hasta que conoció a Elsa, la hermosa joven de quien se enamoró y con quien se casó algunos años después.
Para comprar materiales de dibujo hacía retratos a crayón de héroes, historietas y personajes políticos que vendía en las calles y con sus compañeros. Cuando terminó la educación secundaria montó su primera exposición de dibujos al pastel, la cual terminaba con un dibujo de una bomba atómica.
Cuando cursaba su bachillerato en el Instituto Central para Varones, donde varias veces fue abanderado, incursionó en el deporte. Según él, nunca tuvo condiciones físicas para el deporte, solo muchas “ganas”, con las cuales logró algunos récords nacionales: 800 metros planos, 400 metros con vallas y 3,000 metros con obstáculos.
En 1951 asistió a los Juegos Panamericanos, junto con sus compañeros de la talla de Mateo Flores, y obtuvieron el quinto lugar de la categoría general.
También se interesó por la práctica de las disciplinas de la arquería, el básquetbol, el patinaje sobre hielo y ajedrez.
Al concluir su educación media ingresó a la Facultad de Ingeniería de Universidad de San Carlos de Guatemala –en esa época no había Facultad de Arquitectura –. En el año de 1953 se destacó como mejor alumno.
Un año más tarde, concursó en un certamen, donde presentó una perspectiva de una vivienda en la cual utilizó técnicas de paisajismo aprendidas en la infancia, el premio lo llevó a ser parte de la Dirección de Obras Públicas, entidad del gobierno a cargo de la construcción de la infraestructura en el país. Así inició una carrera como dibujante de presentación arquitectónica, en la cual les hacía las presentaciones a los arquitectos Montes, Pelayo Llarena, Haeussler. En este período involucró a sus propios personajes, que poco a poco se convirtieron en protagonistas de sus creaciones y hoy forman parte de la figuración que lo caracteriza.
En 1956, ganó el examen privado de la carrera de Ingeniería con una Especialización en Estructuras, con lo cual pasó a ser Jefe de la Sección de Diseño en Obras Públicas. Por las noches y fines de semana pintaba y empezó sumergirse en la escultura.
En 1967, se casó con la dama que lo conquistó años atrás, Elsa.
En 1968, por espacio de casi un año, fue a estudiar cerámica, mosáico y vidrio soplado al Instituto Politécnico de Leicester, Inglaterra. En este tiempo nace su (única) hija, Lorena. Tiene 2 nietos Alejandro Enrique y Javier Alejandro.

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